Esta vez se trata del "Big Ben", el reloj más famoso del mundo. Sin duda, todos han oído hablar de él, y aquel que pasa por Londres en algún momento de su vida, intenta buscar un hueco para contemplar esta torre tan emblemática.
Pero, gracias a una filtración de los documentos clasificados del Servicio Secreto Británico (el mismito en el que trabaja James Bond en la ficción) hemos descubierto algo increíble.
Resulta que el edificio de la torre fue parcialmente destruído en 1998 como consecuencia de la construcción de laboratorios gubernamentales ocultos en los túneles de metro circundantes.
Dichas obras hicieron que la estructura del centenario edificio se resintiera y parte de su fachada exterior se agrietara, para inmediatamente desprenderse en pedazos que dejaron la parte superior de la torre en estado ruinoso.
Por supuesto, el gobierno británico no podía dar a conocer los motivos por los cuales había ocurrido esto. Las obras de los laboratorios debían seguir siendo secretas.
Por ello, el Servicio Secreto actuó rápidamente. Acordonaron la zona y detuvieron a todo aquel que había presenciado la catástrofe en cuestión de minutos, mientras un equipo especializado en la materia desplegaba en lo alto de la torre un sistema de alta tecnología capaz de crear una imagen holográfica casi perfecta de la torre tal y como era unas horas antes del desprendimiento.
Al parecer, este dispositivo sigue funcionando aún, ya que iniciar unas obras de reconstrucción harían evidente el engaño.
Por supuesto, algunas personas que presenciaron el reloj en ruinas y consiguieron escapar del acordonamiento de los agentes gubernamentales, han intentado difundir la verdad, pero nadie les ha creído. Y aquel que ha intentado proporcionar alguna prueba de lo ocurrido ha desaparecido sin rastro.
¿Se sabrá algún día la verdad? Quizás tendremos que mantener la esperanza de que el holograma funcione con Windows, y que tarde o temprano dará un pantallazo azul...
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