Vivimos en un país libre.
O eso creemos, es decir, eso creéis. La verdad es otra.
La ilegalización de las palmeritas es sólo la punta del iceberg, la punta de un iceberg llamado injusticia. Nos hacen creer que somos libres, vamos un domingo a votar al candidato que creemos que cumplirá sus promesas, y que será justo con nosotros.
Sin embargo, los "candidatos" son simples actores que encubren a los verdaderos tirititeros que deciden nuestras torturas, que llevan gobernando cientos de años en sociedades secretas que idean decretos ocultos, como la prohibición de las palmeritas.
¿Y qué pasa con nuestros votos?, diréis. Pues bien, gracias a ciertas fuentes que no puedo citar, he sabido que todos los papeles que entran en las urnas son llevados a "oficinas de recuento" como las de la imagen:
Exacto: plantas de reciclaje. Nuestros votos se convierten en cajas de cartón, que probablemente serán llenadas de productos que creemos legales y no lo son, como las palmeritas, y que el gobierno distribuirá entre los incautos ciudadanos, para elegir a aquellos que crean que deben pagar, o ser encarcelados.
Estad atentos.
La represión gubernamental
Jujitsu-Man | domingo, 6 de julio de 2008 | Tags: conspiración, elecciones, gobierno, reciclaje, represión
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Al menos reciclan los votos, y no los tiran al contenedor de residuos orgánicos, contaminando el medio!
Publicar un comentario